¡Abre tu vestidura para que descanse sobre ti! Suscítale arrobos que es tarea de mujer,33
El hombre con el que has convivido ha sido consciente en todo instante del daño que te ha causado. Toda vez que te ha levantado la voz, o bien la mano, o te ha humillado sabía lo que hacía. Tu sufrimiento, o bien el de su siguiente víctima le causa placer.
