Amira es una señorita muy elegante, discreta y muy elegante. Viene desde un país exótico, con ganas de conocerte en la amedrentad o bien acompañarte en tus cenas, asambleas o donde te apetezca. Es una amante completa, sin complejos ni tabús entre las sábanas …
Hazte el interrogante de si tus pensamientos son algunos por activa y por pasiva y siempre date una respuesta justificada. No permitas que la primera respuesta que viene a tu psique te pueda. Esa es la que tu cuerpo atrae. Respira, se sincera contigo y siente la verdad.
Cuando ya esté llena de deseo, con argumentaciones consistentes, distancie el sentido de peligro, el miedo y el pudor, y demande todas y cada una de las funciones de una intermediaria. Se preocupe de convencerla a fin de que no tenga titubeos, diciendo: El enamorado te tomará por fuerza, como si no supieses nada.
Saber tocar a una mujer es más que una simple acción, es un arte que se mejora con el tiempo, y muy esencial en el cortejo, por lo que es esencial que maneje los conocimientos adecuados para saber cuándo, dónde y cómo debe tocar a una mujer.
Intenta ponerte en el sofá del psiquiatra y meditar qué situaciones son eróticas para ti. Si te visualizas teniendo una experiencia sexual fantástica, hasta la expresión de tu rostro y el goteo de la transpiración cuando llegas al clímax, es considerablemente más probable que suceda.
Hola mi nombre es Miranda, soy una colombiana sensual, apasionada, excitante y también instintiva, que goza de cada momento. Te planteo un encuentro íntimo lleno de fogosos besos, intensas caricias y motivaciones ardientes, seguidas por un acto agradable, a tu gusto, estoy ansiosa por agradarte.
Es fundamental emplear el lubrificante adecuado para cada actividad sexual y para cada artículo sexual implicado. Determinados lubrificantes desintegran los condones, otros destrozan los juguetes sexuales, algunos marchan mejor para el sexo anal y otros son mejores para la masturbación.
La mutua mirada maravillada de los que creen míticamente en la autonomía e independencia del Yo del otro asegura la pervivencia de la locura colectiva de una sociedad en la que todos están de forma continua procurando, desde la envidia y el resquemor, transformarse en el otro.
Para relajarse y armonizar con su pareja, junte s similares del cuerpo: de labios a labios, de manos a manos, de genitales a genitales. Para estimularse y emocionarse mutuamente, junte diferentes s del cuerpo: labios a oreja, boca a genitales, genitales a ano.
Besaos cambiándoos el cubito de hielo de una boca a la otra. Notad de qué manera poco a poco el cubito va haciéndose cada vez más pequeño y las lenguas van encontrando, frías, mayores posibilidades de rozarse, entrecruzarse y darse placer mutuo.,
