En un acto de entrega sin reservas ni retrasos
¿Y por qué razón, me preguntarás? Pues cuando uno se enfada, discute o bien lo pasa mal, solo una mujer con empatía es capaz de escucharte de verdad. Con ellas puedes llegar a soluciones, porque aceptará que todos tenemos necesidades mejor que absolutamente nadie. Y vas a hacer bien de respetar también las suyas.