Siéntate de rodillas, usando otro cojín si te resulta más cómodo
Tú sabes en lo más profundo de ti que muchas de tus dolencias físicas están relacionadas con el vivir al borde del abismo. Noches de insomnio, de sofocación, de dolor, hacen que no solo tu ánima, si no también tu cuerpo se haya roto.